Califica a VOX de extremista. Hasta aquí nada que decir, pues es la cantinela a la que nos tienen acostumbrados los pseudoperiodistas progres. Es un calificativo que no se ajusta a la realidad, pero es la cruz que con resignación cristiana tenemos que llevar.
Habla también de fracaso de VOX Menorca. Esto es también muy opinable. Sin duda, es más un deseo que una realidad, porque después de dos directivas fallidas, como muy bien explica, coger un partido naufragado y en 45 días obtener el 6,55% de los votos, representando este resultado poder obtener un conseller en el Consell insular, un diputado en el Parlament y un concejal en Mahón, en Ciutadella, Es Castell, Sant Lluis y Es Mercadal, no se puede, desde mi punto de vista, hablar de fracaso. Y sino que se lo digan a los del Pi que llevan años intentando tener representación y apenas han conseguido dos concejales en toda la isla. Pero incluso el priorizar los deseos por encima de la realidad, lo podría entender.Lo que, de ningún modo entiendo, ni comparto, ni consiento, son los calificativos denigratorios y las mentiras que sobre mí publica este pseudoperiodista.
Habla de que tengo un perfil polémico, de que mis opiniones y artículos evidencian mi extremismo. Y dice, mintiendo, que yo he dicho que la homosexualidad es una enfermedad, cuando en realidad, lo que dije es que algunos médicos calificaban la homosexualidad de enfermedad, algo que es perfectamente constatable solamente buceando en internet. Hasta hace bien poco así lo calificaba la OMS. Yo no soy médico ni científico y, por tanto, jamás me atrevería a pontificar sobre algo que excede a mis conocimientos. En consecuencia, tampoco he podido afirmar, como asegura Iván Martín, que la homosexualidad es curable. Como mucho habré dicho que hay instituciones, en Estados Unidos, que ayudan a las personas homosexuales a reorientar sus inclinaciones sexuales, algo que también es perfectamente constatable por internet o habré explicado casos reales de homosexuales que han cambiado de vida. Pero esto no es opinión, esto es constatar una realidad.Y sí, me he manifestado en contra de los colectivos gay porque, a mi entender, son grupos totalitarios que mediante la presión social y, en muchas ocasiones, con métodos coactivos, intentan imponer una forma de vivir y pensar sobre todos los homosexuales y sobre la sociedad en general, algo que considero intolerable y antidemocrático.
Miente también el reportero Martín cuando dice que Més per Menorca me denunció por injurias y vejaciones por haber atacado al diputado independentista Nel Martí por su condición sexual. Primera mentira: Més per Menorca no me denunció, sinó que fue Nel Martí. Segunda mentira, o más bien no dice toda la verdad: Omite que la denuncia fue archivada. Tercera mentira: si Iván Martín se hubiera preocupado por informarse, cosa que a los periodistas progres les molesta, sabría que en ningún caso injurié a Nel Martí por su condición sexual sino que fue un anónimo escrito en mi blog quien lo injurió, algo que se evidenció durante el proceso judicial.Otra mentira que también suelta el desinformado periodista. Dice que estuve vinculado al PP Ciutadella durante letapa més fosca de corrupció a lAjuntament. Pues, como información diré que durante esas legislaturas, no tuve ningún cargo público, ni formé parte de ninguna junta ni comité del partido. Fui un simple afiliado como los trescientos o cuatrocientos que había en esos años.
Otra mentira. Dice que fiché por VOX cuando se me acababa mi trayectoria dentro del PP. Falso. Fui yo quien decidí terminar mi carrera política a pesar de que en el PP me ofrecieron continuar. Y entré en VOX, después de decir en muchas ocasiones que no. Y lo hice por afinidad ideológica y porque he entendido, y orgulloso que estoy, que es la mejor manera de defender determinados principios y valores que desde el PP, se ha visto, no se pueden defender.Pero a este periodista que le importa la verdad. Que la verdad no le estropee un artículo lleno de patrañas. Es lamentable que un periodista, por ganar unos euros, y contentar así a la dirección de un periódico y a un público ávido de consumir mentiras contra VOX, caiga tan bajo como ha caído Iván Martín.
Pero lo peor del caso es que particularmente tenía aprecio a Iván Martín. Pero ahora veo que todo era una careta hipócrita. Que detrás de su sonrisa había odio hacia mí. En fin, es triste descubrir la realidad de las cosas, pero va bien saber a que me tengo que atener.