La primera visita de un laringectomizado veterano a un recién operado, según mi experiencia, siempre es positiva para el novato. En las que he hecho, siempre se ha relajado su gesto adusto y también ha sonreído, que es el primer paso para avanzar en la recuperación.
A los últimos que he visitado, además de las explicaciones pertinentes e información de los cuidados que tienen que seguir y de dónde acudir para la rehabilitación fisiológica y adiestrarse para obtener una nueva voz, les he hecho comprobar que no han perdido la capacidad olfativa, les he explicado porque ésta puede disminuir e incluso llegar a perderse –lo que se denomina hiposmia y anosmia–, y lo que tienen que hacer para mantener el epitelio olfativo activo: insuflar moléculas aromáticas hasta que se adquiere la práctica y el hábito del bostezo educado para inhalar aire por la nariz.
Por ello sugiero que a los laringectomizados, en el postoperatorio, se les dote de un kit básico de rehabilitación , integrado por:
Folleto de cura e higiene
Silbato
Estimulador del olfato
Lo del silbato puede que sorprenda, pero ejercitar la entrada y salida oral del aire es una de las prioridades para alimentarse, realizar un aviso sonoro y recuperar la movilidad del aparato bucal.
En cuanto al estimulador olfativo lo considero imprescindible. Y obtener un frasco que sirva es muy fácil. Se puede introducir en él cualquier sustancia aromática que no sea en polvo; si es líquida, hay que usar algodón impregnado.
Folletos hay varios asequibles. También se me puede pedir a mí: lo tengo en formato PDF imprimible en Din A4.
¿Quién tiene que facilitar el kit a los operados? Quien les atienda: puede ser alguien del servicio de ORL del hospital o clínica, un visitador de una asociación de laringectomizados o de la a.e.c.c. y cualquier persona o entidad que pueda hacerlo.
Kit básico para rehabilitación de laringectomizados