Cuando el Grupo de la Izquierda Europea llevó el asunto de la muerte de Alpha Pam a la Comisión Europea no tenía grandes esperanzas en que se posicionara de manera satisfactoria pero jamás esperaba una respuesta tan miserable y exenta de la más mínima humanidad.
Según la Comisaria de Asuntos de Interior, Cecilia Malmström, la legislación europea no protege “a los inmigrantes irregulares presentes en el territorio de un Estado miembro que no hayan sido interceptados”. En concreto, la Directiva 2008/115/CE, conocida como Directiva de Retorno o “Directiva de la vergüenza”, solo obliga a los Estados miembros a proporcionar atención sanitaria de urgencia a los inmigrantes irregulares “que estén sujetos a procedimientos de retorno” y por tanto vayan a ser expulsados.
O sea: a los irregulares se les puede dejar morir sin asistencia y a los irregulares "interceptados" y en proceso de expulsión, sólo atención de urgencias. Ha sido una manera asquerosa de acabar lo que Bauzá empezó y de rematar a Alpha Pam.
Si éstos son los valores del proyecto europeo que paren éster maloliente autobús que yo me bajo. O, dicho de una manera más elegante por el eurodiputado de IU Willy Meyer :“Necesitamos una Unión Europea que sea capaz de garantizar los derechos humanos a todas las personas, independientemente del lugar del que provengan. Disponemos de un derecho europeo que garantiza los derechos especulativos del capital trasnacional, pero no el derecho a la vida de las personas. Alpha Pam era un ser humano, por encima del país de donde proceda, y no existe excusa alguna para que los Estados miembros, y subsidiariamente la Unión, no asuman la responsabilidad de proteger la vida de todos los seres humanos”