No sentaron muy bien las palabras de Santiago Abascal en su multitudinario mitin de Vistalegre, recordando la historia de crímenes del PSOE. Enseguida, los candidatos socialistas, Pau Morlá y García Querol aparecieron visiblemente ofendidos y rechazaron estas palabras, calificándolas de insultos y ataques a la gente progresista. Incluso Morlá, en un alarde de incultura, recordó que en 140 años de historia, el PSOE no había tenido nada de criminal.
Es lo que tiene hacer leyes de memoria histórica selectiva, que borran hechos constatados del pasado y que anestesian a sus adeptos para que se olviden las cosas que no interesa recordar.
Pero hagamos un poco de memoria. En el año 1933, dos años después de instaurarse la segunda República, la izquierda, con el PSOE al frente, se negó a reconocer la victoria de los partidos de derecha en las elecciones del 19 de noviembre. Eran las primeras elecciones en las que se permitía el voto femenino. Se había dado un vuelco total a los resultados de las Cortes Constituyentes y el voto femenino había sido decisivo. Se entiende, por ello, la insistente negativa de la izquierda al voto de las mujeres.Ese PSOE, tan demócrata, no aceptó los resultados y organizó con la UGT y otros, un golpe de estado en 1934, que solo pudo cristalizar en la revuelta de Asturias que fue sofocada por el gobierno republicano de Alejandro Lerroux. ¿Están Pau Morlá y García Querol orgullosos de que el PSOE haya participado en un golpe de estado por no aceptar unos resultados electorales?
También conviene recordar que en la madrugada del 13 de julio de 1936 el entonces líder de la oposición, José Calvo Sotelo, fue detenido en su casa por La Motorizada, una especie de milicia sanguinaria de los socialistas madrileños. Durante el traslado fue asesinado mediante un tiro en la cabeza por el pistolero socialista Luis Cuenca, guardaespaldas del entonces líder del partido socialista, Indalecio Prieto. ¿También es motivo de orgullo matar a una persona por ser de un partido distinto? ¿Justifican este asesinato?Y fue también el PSOE quien contribuyó a organizar la revolución de las chekas y quien nos robó el oro del Banco de España para entregarlo a Stalin, desvalijando también nuestro tesoro histórico y artístico. Ni que decir tiene que fue uno de los artífices del fraude electoral de 1936, cuestión que no es de extrañar viendo la compra de votos descubierta en la localidad andaluza de Huévar y que podría ser un modus operandi habitual en toda la comunidad andaluza.
El PSOE no destacó nunca por su espíritu democrático, basta para ello leer los periódicos de la segunda República para darnos cuenta de los verdaderos objetivos de los socialistas. Por poner un ejemplo, en un discurso publicado el 25 de julio de 1933 en el periódico El Socialista, el presidente del PSOE, Francisco Largo Caballero, hablaba de sustituir el régimen republicano por un régimen socialista, colectivista. Y añadía: A la dictadura burguesa, nosotros preferimos la socialista. Jamás creyeron en una república donde pudiera también gobernar la derecha. Su modelo era la Rusia soviética. No es de extrañar, por tanto, que el PSOE les entregara nuestro oro con gran ilusión y regocijo. ¿También están orgullosos Morlá y García Querol de pertenecer a un partido que ha asesinado, ha robado, ha hecho fraude electoral, etc?Para tapar este pasado sanguinario y totalitario, el PSOE hizo lo que se le da muy bien: se inventó aquella consigna que hizo fortuna y que decía Cien años de honradez. Sin duda, la definición más falsaria que se ha hecho nunca de este partido.
Lo peor es que el blanqueo de la historia del PSOE se ha venido cuajando sin réplica alguna por parte, ni de la UCD del momento ni del PP actual, ni de los intelectuales de derechas de cada época. De hecho, en lugar de clarificar las patrañas y pretensiones de los socialistas, las han dado por buenas para evitar ser calificados por la izquierda de franquistas.Afortunadamente, ahora las cosas han cambiado, por fin hay un partido que ha perdido el miedo a decir las cosas como son, aunque algunos se hagan los ofendidos, aunque algunos insulten. Como decía Antonio Machado, la verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero. Por eso, recomiendo a los amantes de la memoria histórica un repaso bien concienzudo a estos 140 años de historia del PSOE, unos años que no están exentos de crímenes, fraudes, golpes de estado, robos, etc.
Y ya que el PSOE está tan ansioso por recuperar la dignidad de los españoles con la exhumación del general Franco, no estaría nada mal que también quisiera recuperar esa misma dignidad devolviendo el oro que nos robó.