Quantcast
Channel: Bloc de BalearWeb
Viewing all articles
Browse latest Browse all 12460

Año XIII - Laringectomía: atragantamiento y filtraciones

$
0
0

Atragantamiento en laringectomías parciales

¿Se puede atragantar un laringectomizado? Si es laringectomizado total, no; pues, en la intervención quirúrgica, la respiración y la deglución han sido separadas. En cambio, una laringectomía parcial como la supraglótica, que reseca parte o toda la epiglotis (la "tapa" de la laringe) y solo deja el liviano cierre de la glotis que efectúan las cuerdas vocales, facilita el atragantamiento.

Fases de la deglución

Al tragar, el paladar blando (la campanilla) obstruye el paso a la cavidad nasal, la laringe se eleva y se retrae bajo la lengua, y la epiglotis cubre el hueco superior del tracto laríngeo; así, al tiempo que se abre la boca superior del esófago, el bolo alimenticio o el trago entra en el esófago cuyos movimientos de compresión y dilatación lo deslizan hacia el estómago.

Porque el atragantamiento se da en ciertas laringectomías parciales y requiere atención logopédica, lo menciono y le dedico una ilustración explicativa en este escrito.

 

Filtraciones en las prótesis fonatorias

Periprotéticas
Secciones de la faringeFiltraciones, fugas o absorciones, así son llamadas. Si bien he afirmado que la laringectomía total deja separadas la respiración y la deglución, y esto es así, en el caso de implantarse una prótesis fonatoria se abre una vía de comunicación entre la tráquea y el esófago, que, aunque no produce un riesgo de atragantamiento, sí permite el paso de líquidos del esófago a la tráquea. En esta vía, llamada fístula, se implanta la prótesis fonatoria y difícilmente queda tan bien ajustada que en algún momento no se produzca por su rededor, al beber, alguna filtración de líquidos del esófago a la tráquea. Hay que tener en cuenta que la prótesis se coloca en la fístula y que se sujeta por la presión periférica de la pared traqueoesofágica del orificio y por una solapa circular de anclaje en la tráquea y por otra en el esófago. Un tejido sano, o sea, consistente y elástico, y en una pared de unos 8 mm o más de grosor, se ajustará bien y tolerará los movimientos de la hipofaringe y del esófago sin producir ningún resquicio; una pared de 4 o 6 mm será menos segura; y una pared que haya sido sometida a radioterapia, cuanto más intensa peor, estará fibrosada, y por su falta de consistencia elástica disminuirá el ajuste y será propensa a las filtraciones. Sé que algún ORL ha aplicado ácido hialurónico, bótox o colágeno para expandir la pared traqueoesofágica. En algunos casos, la filtración la ocasiona la diferencia de longitud entre la fístula y la prótesis. Las prótesis se fabrican, según las marcas y modelos, en diferentes longitudes –4, 6, 8, 10, 12, 15 mm– y en varios diámetros –17, 20, 22'5 Fr (3 Fr = 1 mm)–. El Dr. Jaime Palacios, de Santiago de Chile, manifestó que después de hacer la punción prefería colocar una sonda Folley Nº 16 y esperar una semana para que la fístula madure y se defina su longitud final. En el caso de que la filtración se deba a que la prótesis es más larga que la fístula, hay la posibilidad de colocar una arandela suplementaria y, en todo caso, cambiar la prótesis por otra más corta

Fugas periprotéticas e internas 

Internas
Las fugas o filtraciones por el lumen (el tracto por el que pasa el aire) de la prótesis son poco frecuentes por fallo de la válvula de aleta; pueden producirse por coincidir casi simultáneamente la deglución con tapar el traqueoestoma para dirigir el aire a la prótesis con la intención de hablar; también –y es más probable– porque la aleta no quede bien cerrada por impedirlo una ligera acumulación de mucosidad, posos de comida o la incipiente colonización de Candida albicans, la cual es más frecuente en pacientes que han sido previamente radiados. La limpieza a fondo con el cepillo húmedo y, alternativamente, untado con vinagre o impregnado de bicarbonato sódico para modificar el pH del entorno y el uso de colutorios antimicóticos, indica el mismo Dr. Palacios, evita las colonización de Candida.

Las fugas o filtraciones son molestas y alarmantes, pero, en general, sin son esporádicas, no pasan de originar una tos que expulsa el líquido –poco aunque aparatoso– que llega a la tráquea. No es ni peligroso ni dañino; la cantidad de líquido que puede desviarse en un trago es de poco volumen; el aro por el que tiene que pasar puede ser de unos 2 mm. Y casi seguro que se reducirán o cesarán las filtraciones bebiendo a pequeños sorbos, o sea, evitando tragos que rellenan la hipofaringe y el primer tramo del esófago, donde se halla la salida de la prótesis, pues aunque lo normal sería que la presión del líquido cerrara la aleta de la válvula, una acumulación brusca puede producir el efecto contrario.

Lo que acabo de exponer me lleva a pensar que se crean alarmas innecesarias que, en la mayoría de casos, no requieren un cambio de prótesis. Son efectos normales de su uso, y, antes de sustituirla, hay que cerciorarse de que la válvula de aleta esté rota o abierta por unos posos que no se pueden eliminar o de una notable colonización de candida. De lo contrario, no sería extraño que se repitieran fugas momentáneas con la nueva prótesis.

Tapón de emergenciaEn el caso de que la fuga o filtración interna sea permanente, hay que cambiar la prótesis. Y puesto que se puede dar que haya que esperar algunos días a realizar la sustitución, para estos casos existe un tapón –disponible en distintas marcas y modelos– que obtura la prótesis. El tapón es removible por el propio usuario, por lo que basta ponerlo para comer y beber, momentos en los que, lógicamente, no se podrá hablar, y no llevarlo el tiempo restante. Los tapones llevan una prolongación en forma de cinta terminada por una aleta más larga que la abertura del estoma. La aleta tiene dos funciones: la de sujetar el tapón para ponerlo y quitarlo y la de evitar que se caiga dentro de la tráquea. En el sistema Provox, el tapón se coloca con la ayuda del extremo del mango del cepillo; en otros, con un utensilio semejante.

En el año 2009, tiempo en qué llevaba prótesis, tuve una fuga permanente. En aquel momento desconocía la existencia de tapones propios de las marcas. Sin embargo, pensé que la solución inmediata era ocluir la entrada de la prótesis y, puesto que conocía su diámetro interior, me hice un tapón, sólidamente adherido a un catéter que sujeté con esparadrapo en el exterior del cuello. Y así pude pasar sin agobios los días que esperé a que me cambiaran la prótesis.

 

Artículo relacionado:

Año XII – Prótesis fonatoria para laringectomizados: qué, cuándo, cuál, cómo, dónde

 


Viewing all articles
Browse latest Browse all 12460

Latest Images

Trending Articles