El síndrome del cementerio

En Ciutadella existe un extraño virus que tiene infectados a los miembros de los partidos de la oposición en el Ayuntamiento. Se trata de un virus que les hace oponerse a cualquier iniciativa que pueda suponer reactivar la economía, dinamizar la ciudad o mejorar la actividad económica. Están empeñados en convertir Ciutadella en un cementerio.

Tanto los partidos de izquierda, como la derecha populista, han bloqueado sistemáticamente, en esta legislatura, todas las medidas dinamizadoras que se han presentado en las sesiones plenarias del consistorio. Se negaron a que las grandes superficies abrieran los domingos, algunos instigaron las denuncias a las terrazas interiores en el Casco antiguo de la ciudad y forzaron también a aprobar una Ordenanza de ocupación de vía pública totalmente restrictiva e intervencionista. Y ahora, en el último pleno de la legislatura, se han negado a modificar la ordenanza de ruidos para permitir flexibilizar el horario de ocio para adaptarlo a las nuevas tendencias turísticas o para permitir celebrar determinadas fiestas en determinados barrios, etc.

Y mientras Ciutadella languidece, vemos como en Mahón, con el PP gobernando con mayoría absoluta, se ha levantado una ciudad que vivía aletargada y deprimida. Ahora proliferan las terrazas, la vida, el ambiente y la actividad de ocio. Justo al contrario de lo que ha sucedido en Ciutadella.

Es importante recordar que el único partido que se ha mostrado, sin reparos, a favor de las terrazas interiores, a favor de modificar la ordenanza de ocupación de vía pública y la de ruidos, a favor de que las grandes superficies puedan abrir los domingos, etc. es el Partido Popular. El objetivo es recuperar el dinamismo perdido, recuperar la actividad y el ambiente en el centro de la ciudad. Y es evidente que esto pasa únicamente porque el PP tenga la mayoría suficiente y no tenga que depender del voto de unos partidos que quieren hundir Ciutadella en la decadencia y la miseria.