Finalmente il ciclismo ha trovato un corridore pulito che batte tutti i record di corridori dopati!!!
100 ediciones del Tour, 110 años de carrera francesa, 130 de ciclismo, y es la primera vez que se ataca subiendo desarrollo.
La primera frase es un tuit de Thomas Frei (@thomasfrei) corredor que dio positivo por EPO en el BMC en el 2010 y que antes habia pasado por Astana, la frase está enviada a dos periodistas británicos; la segunda es otro tuit, en este caso de Riccardo Ricco (la Cobra), también positivo por CERA en 2010 y que realizó algunas exhibiciones impresionantes tanto en el Giro como en el Tour y estuvo a punto de morir por realizarse autotransfusiones; finalmente la tercera frase es de Sergio de Ciclismo2005.com una web imprescindible para tener una visión diferente y real del ciclismo y de las carreras, y se refiere al ataque de Froome en el Mont Ventoux y resume como ninguna otra la sensación generalizada de que algo ha cambiado en el ciclismo.
¿Qué ha ocurrido para que se haya creado esta impresión generalizada de que está pasando algo?, que hace que hasta medios como la TVE o el Marca hablen de doping sin haber habido un positivo de por medio, todos repitiendo el mantra de que no hay doping si no hay positivo (olvidando claro los siete tours de Armstrong).
La respuesta tiene un nombre: Sky Pro Cycling, o Sky-Postal como se empieza a conocer al equipo de Brailsford, por la similitud con el famoso US-Postal, al que sin embargo ya ha superado. Si el año pasado sus prestaciones ya eran sorprendentes e impresionaban al aficionado, lo de este año 2013 ya no tiene explicación posible, no hay forma de entender lo que ocurre en ese equipo si no se incorpora un elemento del que hace años que se oía hablar y que definitivamente ya debe haber irrumpido en el pelotón: los tratamientos genéticos.
En este caso nos encontraríamos ante la cuarta generación de métodos de mejora del rendimiento, y posiblemente ante la más peligrosa de todas, mucho más peligrosa incluso que la anterior, la que aún funciona en la mayoría de equipos, donde las manipulaciones sanguíneas y el abuso de la EPO y sus derivados, han provocado la muerte de varios ciclistas y situaciones de extrema gravedad como la del propio Ricco, ingresado al borde de la muerte por realizarse autotransfusiones.
La primera generación fueron los estimulantes, entonces todo era mucho más fácil, nada de tratamientos larguísimos en el Teide o en Gerona, bastaba con alguna anfetamina (o estimulantes similares) antes o durante la carrera y recuperarse después. Era la época de los rostros desfigurados, del esfuerzo por encima del límite, de la extrema y enfermiza delgadez de los ciclistas. Esa época coincidió con algunos de los más grandes como Anquetil, Merckx, Ocaña, Fuente (y no digo que ellos tomaran, sino que coincidió con su época), era un ciclismo espectacular y grandioso, porque las anfetaminas inhiben los miedos y se vivían ataques desde lejos y batallas épicas.
Posteriormente, coincidiendo con la irrupción del gran Hinault, llegaron los corticoides y los anabolizantes. Se acabaron los ciclistas escuálidos, demacrados, se acabó el ciclismo loco de ataques a tres puertos de meta, los corredores echaron musculatura, se hincharon de cara y de piernas y acabaron pagándolo los tendones que no podían absorber tanto músculo; fue la época de las tendinitis interminables.
La tercera generación es aquella en la que aun estamos inmersos: la sangre, el enriquecimiento sanguíneo, ya sea mediante transfusiones, autotransfusiones, EPO, CERA, centrifugados de glóbulos rojos, en definitiva todo lo que se ha vivido estos años, con bolsas de sangre incluidas. Los campeones de esta época no hace falta ni citarlos, están en la mente de todos y se inicia aproximadamente coincidiendo con la irrupción de Indurain y dura hasta nuestros días. En estos años se da la circunstancia de que tan famosos como los ciclistas son los médicos que los llevan y todos conocemos a Conconi, Sabino Padilla, Ferrari, Eufemiano Fuentes...
Froome y Wiggins, hacen cosas que jamás había hecho nadie sobre una bicicleta, quizás es el ciclismo que cambia
Pero de repente se ha roto la baraja, ha aparecido un nuevo equipo, el equipo científico el Sky, que ha conseguido dar una vuelta de tuerca más y por lo que parece y se ve en la carretera, ha conseguido dejar en evidencia a todos los demás equipos, que no es que vayan un peldaño atrás, es que parecen un pelotón de juveniles en el que de repente han soltado un equipo de profesionales. Y ayer, entre la frase de Sergio (cierta pues jamás nadie había atacado subiendo piñones) y los tuits de Frei y Ricco, me vinieron a la cabeza conversaciones con un amigo químico hace unos años, cuando comentábamos que la próxima estación era el doping genético, probablemente indetectable, probablemente peligrosísimo, probablemente demoledor, seguramente irreversible.
Y pienso que estamos en ello, de repente he empezado a comprender transformaciones milagrosas como las de Froome (ni siquiera era un buen corredor hasta que en la Vuelta 2011 nos dejó a todos sorprendidos), la de Kennaugh, Kennauque? (gracias Sergio), la de Porte un rodador malillo que cuando ahora tira subiendo solo le aguanta su líder, y como no la de Wiggins, un pistard transformado en ganador del Tour, que de repente no puede aguantar pequeñas subidas de cuarta categoría. La historia de que no sabe bajar, que de repente se la ha olvidado, no es más que una cortina de humo que la gente repite creyéndose graciosos, como si Wiggo no hubiera ganado un Tour y hecho tercero en otro y segundo en una Vuelta a España; ¿acaso esos tours y vueltas no tenían bajadas? Y las hizo todas con los de delante, quizás no bajaba como Samuel Sánchez, pero bajaba como cualquier profesional.
Patrañas y mentiras las justas, lo que le está ocurriendo a Sir Bradley, sea lo que sea, es un misterio que quizás algún día se sepa o quizás no se sepa jamás, pero que desde luego no tiene nada que ver con las bajadas, en absoluto.
¿Qué es el GAS-6? No lo se, buscando en Internet veo que las siglas corresponden a Growth arrest-specific 6, no se lo que es, apenas se que es un producto relacionado con la genética y tratamiento de algún gen; tampoco se porqué lo cita Frei en su tuit a dos periodistas, a dos glosadores de las glorias del Sky Team; lo que si intuyó es que todo sería mucho más fácil de explicar si estuviéramos dejando atrás la época de los hemo-druidas (otra vez gracias Sergio) y entrando en un nuevo paradigma, ya no de estimulación del sistema nervioso, ni de desarrollo muscular, ni de mejora sanguínea, sino en el definitivo, el del tratamiento genético.
Quizás sí, quizás sea cierto que estamos ante un ciclismo que cambia.