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Rosselló Pòrcel: El Atleta de la Libertad

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Tras haber tratado El Eco de Colom, Rosselló Pòrcel sigue tratando en este artículo la prensa de la época del Trienio Liberal.

Periodismo en Mallorca

El Atleta de la Libertad

XIII

Fueron los mismos los editores de El Eco de Colom, El Atleta de la Libertad y el Correo Constitucional. Literario, Político y Mercantil de Palma. Los tres diarios tuvieron idéntico tono político y los tres se publicaron durante el trienio constitucional de 1820. De El Eco ya dijimos que tuvo su primera época en aquel año y que volvió a salir desde 15 de junio de 1822 hasta 31 de enero del año siguiente. El Atleta de la Libertad tuvo más corta duración; de 15 abril 1822 a 15 de junio del mismo año. El Correo vio la luz pública desde 15 de julio de 1820 a 14 de junio de 1822. Así pues el Atleta y el Correo vieron terminada su publicación para dar lugar, en un mismo día, a la de El Eco de Colom, en el que desde entonces se unieron los esfuerzos de los editores.

El Atleta de la Libertad, del cual hemos examinado tan solo unos números en la Biblioteca Provincial, encuadernados por cierto con la colección del Correo, pues que los dos son de parecido tamaño, se imprimía en casa de Matías Savall. Publicó tan solo sesenta números; constaba de cuatro páginas, en buen papel y la suscripción mensual era de 12 reales. Lo dirigía, según Bover, el P. A. Rosselló Sureda, trinitario, liberal extremista, según hemos podido inducir de su actuación y postura violentas en algunos procesos de prensa de la época. Era su lema igual al de El Eco de Colom : Nos animat Patria libertas et dulcís amenae libertatis amor. Por su carácter político —del que hemos hablado ya largamente en el artículo anterior— y por su corta duración no nos extenderemos más en el examen de este periódico.

El Correo Constitucional, Literario. Político y Mercantil de Palma salía de las prensas de Domingo García, ciudadano (así se titula él mismo en el pie de imprenta) que habitaba en la plaza de Cort. Constaba de cuatro páginas de tamaño mayor al de los díanos que hasta ahora nos han ocupado y era su lema, diariamente publicado, Constitución o Muerte.

No hemos averiguado con certeza quien fuera su director, aunque suponemos que el referido padre Rosselló tomaría gran parte en la tarea de confeccionarlo. Es diario extremadamente liberal y constitucionalista; diariamente publica —y ocupa para ello casi la mitad de sus páginas— las Sesiones de Cortes. La otra mitad está enteramente empleada en el noticiario —en muy pocas ocasiones extranjero— y en los artículos comunicados que en el Correo son la esencia de la trivialidad y estamos por decir de la torpeza. ¡Cuán lejos se halla el lector de los diarios doceañistas y de las plumas amigas y ensalzadoras de Isidoro de Antillón! Sin hablar ya del estilo, que brilla por su ausencia, carecen estas páginas de comunicados de toda sintaxis, de la más elemental ortografía Podríamos multiplicar los ejemplos, pero conténtese el lector con uno.

De esta manera principia una carta de polémica que publica el Correo: «Señor escrupuloso: por el ilo se saca el obillo...» Sin comentarios. La culpa de los mil desaciertos que sallan a la vista en las páginas de este diario es la escasa o nula selección que el editor hacía en los escritos que se le enviaban para publicar. Eso mismo ya fue observado por los lectores de la época. En uno de los números del Correo encontramos una carta que dice textualmente. «Sr. Editor Vd. es hombre que debe tener cara de tía, pues veo que todos llegan a contarle sus cuitas y salen consolados...» No hace falta continuar. La lectura del Correo es penosa y aburrida. Ni un destello de ingenio y originalidad en sus páginas. Ni un artículo de curiosa lectura. Por el contrario, monotonía y aridez. Sesiones de Cortes, noticias y comunicados banales. Nada más.

De tanto en cuanto alguna canción patriótica del batallón tal que proclama su ardiente fe constitucional; versos rimbombantes y ripiosos, obra de coplistas populacheros. Algún anuncio de Carbonell, el librero; pocos suplementos y todos ellos continuación de los artículos comunicados. La antorcha liberal se apaga lentamente. Parece renacer en El Eco de Colom y muere definitivamente algo más tarde.

Entran en España los Cien Mil Hijos de San Luis y quienes combatieron a Napoleón y quemaron la Aurora Patriótica les abrazan fraternalmente...

B. Rosselló Pòrcel

El Día, 2 de Agosto de 1931.

Tanto el Atleta de la Libertad como el Correo Constitucional. Literario, Político y Mercantil de Palma, están digitalizados en la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica. Ver: 'El atleta de la libertad' (1822) y El 'Correo constitucional, literario, político y mercantil de Palma' (1820 - 1823).


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